Una hernia discal es una afección de la columna vertebral en la que el núcleo pulposo de un disco intervertebral se desplaza y presiona sobre los nervios cercanos. Esto puede resultar en sensaciones dolorosas, entumecimiento, hormigueo y debilidad en la región afectada. La mayoría de las hernias discales ocurren en la región lumbar (parte baja de la espalda) o en la región cervical (cuello).
Se estima que alrededor del 15% de la población española sufre de hernia discal en algún momento de su vida. Además, es más común en personas de entre 30 y 50 años. La prevalencia tiende a aumentar con la edad debido al desgaste natural de los discos intervertebrales. Asimismo, el sedentarismo y la falta de actividad física pueden contribuir al debilitamiento de los músculos de la espalda, aumentando así la probabilidad de desarrollar hernias discales.
Cuidados para reducir el dolor de la hernia discal
Si tienes una hernia discal, es fundamental seguir ciertos cuidados en casa para reducir el dolor y promover la recuperación. A continuación, te enumeramos algunas recomendaciones:
- Descanso
El descanso es fundamental para ayudar al cuerpo a recuperarse. Evita actividades que puedan empeorar tus síntomas, como levantar objetos pesados o realizar movimientos bruscos. De hecho, aproximadamente el 70% de las hernias discales tienen un origen traumático, a menudo relacionado con actividades que implican levantar objetos pesados o movimientos bruscos de la espalda. También es importante dormir en una posición que no aumente la presión sobre la columna vertebral.
- Terapia de frío y calor
Aplica compresas frías o calientes en la zona afectada para ayudar a aliviar el dolor y reducir la inflamación. La terapia de frío es efectiva durante las primeras 48 horas después de un episodio agudo, mientras que la terapia de calor puede ser beneficiosa para relajar los músculos y aliviar el dolor crónico.
- Ejercicios de fortalecimiento
Realizar ejercicios de fortalecimiento de la musculatura de la espalda y del abdomen puede contribuir a mejorar la estabilidad de la columna vertebral. Sin embargo, es crucial hablar con un fisioterapeuta o un médico antes de comenzar cualquier programa de ejercicios, ya que algunos movimientos pueden empeorar la condición.
- Fisioterapia
La fisioterapia desempeña un papel fundamental en el tratamiento de una hernia discal. Un fisioterapeuta puede diseñar un programa de ejercicios personalizado, así como utilizar técnicas de terapia manual para aliviar el dolor y mejorar la movilidad.
- Postura
Mantener una buena postura es esencial para reducir la presión sobre la columna vertebral. Asegúrate de sentarte y levantarte correctamente y utiliza sillas y almohadas que proporcionen un buen soporte para la espalda.
- Evitar el estrés
El estrés puede agravar los síntomas de una hernia discal. Practicar técnicas de relajación, como el yoga o la meditación, puede ayudar a reducir el estrés y mejorar la calidad de vida.
- Control del peso
El sobrepeso puede incrementar la carga sobre la columna vertebral. Mantener un peso saludable a través de una dieta equilibrada y la práctica regular de ejercicio puede ser beneficioso.